lunes, 12 de diciembre de 2022

El fénix se vuelve azul.

Tengo el corazón destrozado. Estas tres vidas en una sola me han cambiado de forma irremediable. Sin embargo sigo siendo una guerrera, así que me puse en pie, recogí mis pedazos y traté de seguir adelante.

Creo que con cada historia de amor, me encontré más conmigo misma, pero también perdí cosas que sólo pude valuar cuando ya las tenía perdidas.

Nunca le puse atención a mi inocencia, de hecho traté de hacerla pedazos lo más rápido posible, para poder madurar a una cosa distinta. Permití que muchos me hicieran daño y yo misma me desgarré cuando había que hacerlo y pensé que si me abrazaba al dolor y negaba las lágrimas, entonces yo me haría más fuerte.

No me di cuenta que el alma sólo puede quemarse hasta cierto punto. Jamás noté que la verdadera muerte, incluso si resucitas, te dejará con este inconmensurable vacío y tantos agujeros helados.

No vivo amargada ni me peleo con el mundo, pero mi yo sigue rasgado. Tengo un poder en el mundo y una comprensión profunda de las cosas que no todos tienen pero el precio ha sido alto: no confío en los demás. Y aún debo trabajar hondamente en la confianza en mí misma.

No creo haberme equivocado al amar pero yo sé que con cada historia el aprendizaje se volvió más duro y la última flecha, en realidad la última espada, al corazón, quebró algo fundamental en mi naturaleza.

El gato gris no pudo curar eso. Me amó y lo amé y estuvo bien y lo agradezco pero el que estuvo detrás es una marca que no cura con el tiempo.

Esa persona que me enseñó a odiar después de haberme ayudado a curar por tanto tiempo... No hubo contacto físico y sin embargo destruyó lo poco que quedaba de la inocencia que ahora añoro,  que ahora pienso que tenía su valor.

Sigo siendo íntegra y valerosa. Hay en mí dignidad y principios. Detuve mi transformación a un monstruo.

Pero la fiera mirada de animal herido sigue ahí, latente, en mis sombras más encarnadas. Un grito silencioso que sólo los sordos pueden oír. Me he dicho muchas veces que no mire hacía atrás para que no me consuma el abismo, pero el eco de su ausencia-presencia todavía repercute en mi futuro.

El karma existe, la compensación existe y yo no he dicho todavía lo que escondieron mis aullidos de dolor. Era una persona la que murió aquella vez y el hecho de que me volvieran a rehacer no significa que el daño no se hizo.

Él está en deuda. Y yo no pasaré el resto de mis días en ese silencio opresivo y lleno de palabras sin decir que me ahoga cuando nadie me ve.

Y así como el primero pagó con anhelo y necesidad lo que la soberbia y la cobardía lo orillaron a hacer, él pagará por la ceguera y soberbia de su espíritu.

Me lo debes. Y una Escorpio, incluso escondida, siempre colecta sus deudas. 


viernes, 5 de marzo de 2021

Un Sentimiento tan Azul...

...

Yo sólo quería una vida sencilla.

Ni castillos ni riquezas, ni glorias vacías;

Anhelaba momentos silenciosos de inmensa alegría;

Amar con el alma, disfrutar con las sonrisas.

Yo sólo le pedí al cielo al amor en mi vida.

Pensé que podía conceder brisas dulces y palabras amables.

Pero todo eso se ha ido y sólo quedo yo.

Sola, aunque no vacía. 

Sin armadura, pero todavía con la espada en mis manos.

Mi corona debió haber sido de flores y quizá espinas,

Y sin embargo, en su lugar, hay acero.

Soy un adalid de una guerra en la que no creo.

Dos Veces Nacida, 

Marcada para la Batalla.

Tengo motivos para luchar, pero no para vivir, más allá de la idea de mí misma.

Pero quizá esto, después de todo, es mi destino.

Ivana Morgenstern.

viernes, 11 de diciembre de 2020

Sueños Rotos.

"Pudo haber sido épico, real, aún así hermoso. Podría haber iluminado tu vida y tú la mía y merecíamos la felicidad en copos de algodón, ser capaces de cumplir por lo menos un sueño en la vida, aunque todo lo demás fuera un suicidio a la naturaleza humana.

 Esa música merecía latir en el viento del crepúsculo y conquistar cada estrella y cada planeta, crear una galaxia, explotar en ondas de belleza sideral. Pero elegiste el camino de la oscuridad, apagar las velas antes de siquiera empezar, pretender que sabías más que todos los demás y que no necesitabas ayuda para nada.

Ella te lo advirtió, te lo advirtió todo el tiempo, lo que pasaría si fallabas de nuevo. No porque te amenazara, no porque te odiara, no porque te traicionara, sino porque simplemente era la verdad y la verdad duele cuando no queremos escucharla. Y la dejaste en la lluvia, calándose de frío, llorando cuando no la oían, respirando con los jirones de su corazón. Y ahora por tu culpa ya no hay luz en esas tinieblas y tu corazón palpita sin esperanzas, porque todas se las llevó ella, no porque no significaras nada, sino porque no quería que destruyeras todo.

Que si ibas a hacer la guerra, que no te llevaras lo que ella más amaba, lo único que aún quedaba, sus preciosos recuerdos, guardados junto a su corazón. Enredó cada recuerdo plateado y dorado en sus cabellos oscuros, tomó una antorcha y al encenderla se fue a pasear por los caminos oscuros, en busca de una puerta, un signo, un cambio, un dolor menos.

No le quedaban más que los rescoldos de un sueño hermoso y un espejo que debía haber reflejado a dos, pero como no era así, sólo tenía un reflejo opaco, que escondía en su vestido.

Y allí, en medio de la Nada, la niña empezó a tejer otra vez..."

domingo, 15 de noviembre de 2020

Siempre es sobre Nosotros.

No importa cuántos días pasen o en cuántos sonría y por eso todos pretendan que ya lo superé. No importa cuántos días vea la luz del sol y las estrellas, o en cuántos me ría con el desparpajo de una luna de plata.

Mis dibujos hablan de luz  y sol, ayudo con el tañido de los ángeles y encuentro el mayor bienestar al ser un poco mejor cada día.

Pero cuando los reflectores se han ido y trato de concentrarme en algo más, siempre termino en ese rincón donde sólo soy yo, pensando en ti y sintiendo de nuevo lo que no tiene fin.

Hay algo muy profundo que no puedo ni quiero olvidar, hay algo hondo que se pega a mí como una marea donde, en mi más íntimo pensamiento, eres tú quien da vueltas sin cesar. Por más que supiera que, al verte, no diría una sola palabra, la verdad es que eso no importa en lo absoluto, porque lo que más he pedido el resto de mi vida se ha cumplido.

El silencio ha sido algo hermoso encontrado en tu nombre, intuición ganándole a raciocinio y a montones de confidencias guardadas con más cuidado que un tesoro de pirata, una misión encomendada o un secreto oscuro.

Son mis más sinceras lágrimas mi dolor por saberte lejos, mi paz más absoluta cuando siento todavía en mi latir de corazón el tuyo acompasándose como un solo ritmo. Las canciones no me hablan de ti, pero si me recuerdan lo que éramos, somos y seguiremos siendo y cuando nadie me ve, lloro con delicadeza mis todavía recurrentes deseos de trascendencia.

Aunque soy creadora de nuevos espacios y sepa lidiar, poco a poco y con esfuerzo y paciencia y perseverancia, con que siempre habrá un nuevo día, es a ti a quien más añoro cuando he finalizado con mi labor y mi siembra.

Quisiera tenerte a lado como antes, en que no nos murmurábamos cariños pero nos abrazábamos con la vehemencia de dos personas que se querían mil siglos, que dormías a mi lado sin tocarme el cuerpo, pero derrochando tu alma. Y pese a que no dialogamos con el vaivén de los amantes, nos envolvía una sensación de pertenencia que todo mundo aceptaba, nadie quería lidiar y simplemente no necesitaba explicación, sólo espacio para ser.

Y todos siguen preguntándome por ti, como si fuera obvio para todos que debo saber en dónde estás, que realmente te atreviste a amarme como es debido y no te escudaste tras una pared por todos los miedos y fantasmas que existían incluso en un lazo como el nuestro. Todavía lloro con la mención de tu nombre, se me quiebra el alma cuando recuerdo que me pediste alejarme cuando ya estabas lejos y lo peor es que no es que se pueda, ni que tú te vayas por completo ni que yo calle estos versos, porque al final no nos separamos ni aunque un mar esté entre nosotros.

No tienen ni idea de cómo es, que vivas en mí y conmigo a cada instante, que no necesito pronunciar tu nombre para invocarte ni tú tienes necesidad de proclamarlo a los cuatro vientos porque esto es más inmenso que el Universo y más hondo que cualquier océano.

Nadie te dice que el Amor puede ser así, nadie te dice que añorarás ser tú como antes, en una soledad que, al menos, resultaba sencilla en esencia. Cuando estoy bien, estás en el tejido, cuando estoy mal, incluso tu vida tiene que ver en ello aunque no sepa con exactitud lo que está pasando. E incluso aunque no exprese mi esperanza en voz alta, mi convicción en voz baja o mi suspiro sin decirlo en lo absoluto, las certezas que tengo contigo son cosas que no podría decir pero que existen aún sin ser reconocidas.

Yo sé lo que pasa aunque no sea algo aceptado por los demás. Yo sé lo que preferiría no saber pero termina por ser real. Y tan sólo lloro cuando ya no aguanto o busco respirar cuando  me estoy ahogando porque sigo siendo humana y hasta de esperar con esperanza se agota uno.

Sé esto: Si cierro los ojos y me dejo ir... te encuentro ahí, en donde no hay nadie ni nada más pero todo está lleno... lleno de ti y de mí.

viernes, 18 de octubre de 2019

Cuento.

"Había una vez un gato gris plateado que era muy solitario. Mientras todos los demás gatos se la pasaban juntos, en pares o grupos, maullando suavemente y restregándose entre ellos para demostrarse cariño, el gato solitario se la pasaba encaramado en un árbol donde colgaba un espejo que no devolvía su reflejo. Él, inmerso en profundas meditaciones, casi no hablaba con nadie, aunque era amable cuando lo interpelaban otros gatos de camino a su plato de comida, que estaba bastante lejos del árbol donde se acurrucaba. Los demás gatos no sabían mucho del gato gris, salvo que tenía allí muchísimo tiempo y era sabio, a su manera. Él, en cambio, conocía a todos sus congéneres muy bien y sabía qué decirles si necesitaban su ayuda, sin dejarles conocer sus propias preocupaciones. Sin embargo, nadie puede vivir en total soledad, ni siquiera un gato milenario, por lo que el gato siempre buscaba nuevas cosas qué hacer a través del espejo que tenía. Con el reflector él podía mirar a otras dimensiones y observar a su alrededor. Todo en esa actividad se le hacía tan interesante, que no sentía mucha necesidad de integrarse a otras actividades. Empero, en esa habilidad se hallaba un secreto: El gato gris era presa de delirios y alucinaciones muy fuertes que era el precio por pagar debido a sus dones y aunque llevaba mucho tiempo sufriendo, no conocía manera de detenerlos, a pesar de su gran sabiduría. Al gato no le gustaba que nadie supiera sobre esto, así que por largo tiempo supo esconderlo muy bien. Un día, cayó de una rama alta del árbol donde estaba y perdió el conocimiento. Cuando lo recobró, estaba tendido en una camita que parecía de hospital y se sentía fatal. Alrededor de él pudo observar a varios mininos preocupados, pero no se molestó en tranquilizarlos, porque no le gustaba que lo vieran en ese estado. Con calma, aunque sin demasiada paciencia, explicó unas cuantas cosas y trató de levantarse para irse a su árbol, sin éxito, porque ya estaba lejos el tiempo del fingimiento. Así que el gato gris plateado tuvo que ir a un lugar para rehabilitarse y fue aunque extrañaba su árbol y su espejo mágico. En ese lugar se aburría tanto, por ser cada día parecido al anterior que se quedaba dormido todo el tiempo. Estuvo así algunos meses hasta que llegó una gata nueva al grupo. Aunque más dormido que despierto, el gato gris pudo ver que aquella gata estuvo al borde de la muerte. Su pelaje de color ladrillo estaba deslucido y enmarañado, sus ojos sin expresión y parecía incluso más indiferente que él a su alrededor. También parecía a punto de llorar todo el tiempo, de tal manera que hasta él sintió empatía por ella y le dio un abrazo para hacerla sentir mejor. La gata sonrió y al platicar un poquito, se hicieron amigos. El gato gris plateado seguía siendo muy solitario y se lo dijo a la gata ladrillo, que él no quería ninguna clase de compañía. Ella dijo que lo entendía, aún así platicaron ocasionalmente mientras cada uno se recuperaba. Los dos gatos eran polos opuestos, así que tuvieron algunas discusiones pero se comunicaban bien y la cosa siguió un poco así hasta que una tarde, en la cual el gato gris plateado se sentía peor que nunca, la gata se sentó a su lado a acompañarlo y el gato la mandó lejos, diciéndole que sólo quería dormir. La gata se sintió muy triste, porque no era la primera vez que pasaba y ya no sabía cómo decirle a su amigo gato que esa clase de cosas le dolían. Ella prefirió dejarlo solo. En realidad le hubiese gustado mucho ayudarlo, ya que sabía que el gato no estaba bien... pero si él prefería mantenerla al margen... ¿Qué se supone que debería hacer?"

sábado, 31 de agosto de 2019

A Song of a Heart.


My dearest love:

I feel my body is going to explode.
It´s exactly like have not air in my lungs. I breath but nothing come inside. Am I drowning?

The people around me is so far away from me. None of them means something, only you.

While enjoy the company of my friends, talking, or just travelling, I love my freedom besides all.

It felt like I could travel forever, without need or desire to stop. The wind is my wise guide, no limits in my walk. Fly and had not wings covers my dreams.

But, even with that kind of life, something is missing.
Inside my passion and wanderlust, there is a hunger.
Myself longing for you roars in complete and sensual silence.
I am going to ask you, gentle “Please, come, stay  with me because I am ready”

The storm is a rage, a profound  beat within me which needs to live more. In that time my mouth opens in a scream that pretend to be a pray.

In occasions it´s unbereable, I can´t wait any longer.
Impatient, my body is a song burning deep inside ready to be play.

The hurricane in my veins is also a thunder claiming to life. Simultaneously, I only can think that I could die without you.

Having a feeling so strong, I wonder if you are real.
How can I understand  this type of intense love?

This is growing as an ocean of light and dark clouds.
I´m trying to tell myself this could be not real but a part of my heart it´s telling me the opposite.

The both, my eternal wish and my deepest fear are coming true. Now I know there is no way to escape.  Everything are enlightened in blue tones. Are this madness? Inside me start to rain.

Blue, sweet pain in tides of mistery.
My tears appears trying to calm down the inevitable gale.
My ship has become a slow sadness. My words, the vehicle of my sorrow.

Is it me?

Far way from here, did you feel it? How the love enter as violent waves in a cold winter?

I don´t want to express all this out loud, knowing that in the corners of me this could be the cyanide that can kill me.

Oh, in this ocean lays a fire coming to life everytime I think about it.

Am I condemn to live passionally the rest of my entire existence? Yet I am still wanting feel the true rain falling into my skin.

And there it is. Energy flow in me like electricity.

Oh, me.

viernes, 12 de julio de 2019

Granizo.

Dejar el pasado atrás, fingir que no existe igual que el futuro.
Ignorar como un corazón late.
Pretender que nada ha cambiado.
Ser como el viento, no pertenecer a ningún lado,
Viajar como si lo fuese.
No acordarse de lo que ya no es.
Caminar como si no hubiera añoranza de otra situación.

Tener un vacío en el corazón al que se suele prestar poca atención,
Pese a que la herida sigue sangrando.
Confiar en que el tiempo cura todo.
Ver como tu propio destino los separa de un lugar común.
Meses sin tener noticia del otro,
Mochilas listas para marchar,
Pedazos rotos de una persona que se solía ser.
Polvo de viejos días a los que se les extraña con toda el alma.

Días preguntándose cómo seguir
Todas las ganas de seguir y salir adelante,
Guardar todos los fantasmas para hacerlo.
Aún así sentirlos en medio del pecho.
Notar un dolor que está ahí aunque no se piense mucho en ello.
Necesitar tiempo para entender mejor qué pasa.

Y saber, en todo momento, que no se puede volver atrás.